El dolor lumbar es bastante común. Puede ser causada tanto por fatiga ordinaria como por lesiones y patologías graves. Si el dolor es intenso o no desaparece después del reposo, es importante consultar a un médico para descartar condiciones peligrosas.
¿Cómo puede ser el dolor en la zona lumbar?
El dolor en la zona lumbar puede ser agudo o doloroso, aparecer repentinamente o aumentar gradualmente, aparecer con cargas o ciertos movimientos (por ejemplo, agacharse) o persistir independientemente de lo que esté haciendo la persona.
El dolor puede ser puntual o irradiarse (es decir, extenderse a otras áreas). En este caso, una persona siente dolor no solo en la espalda en la región lumbar, sino también en otras partes del cuerpo, como la parte inferior del abdomen, el perineo, la pierna o los glúteos.
El dolor lumbar puede incluir rigidez de movimiento o espasmos musculares. La persona puede tener dificultades para agacharse o levantarse desde una posición acostada, pararse con la espalda recta o mantener la postura al caminar.
Si el dolor es causado por un espasmo muscular o un nervio pinzado, puede ser insoportable e incluso incapacitante. Este dolor le obliga a permanecer en cama hasta recibir ayuda médica.
¿Por qué me duele la espalda baja?
La causa más común de dolor en la zona lumbar es una u otra patología del sistema musculoesquelético: esguinces, pellizcos, inflamación. A menudo se encuentran en hombres que trabajan con las manos, atletas y madres jóvenes.
Además, las molestias en la zona lumbar pueden ser un signo de enfermedades agudas o crónicas de los órganos internos. Esto se debe a que los impulsos dolorosos pueden transmitirse a lo largo de las fibras nerviosas a las regiones vecinas. En este caso, dicen que el dolor "se irradia" a la zona lumbar.
Enfermedades del sistema musculoesquelético que causan dolor en la espalda baja.
Muy a menudo, el dolor lumbar es causado por lesiones y patologías del sistema musculoesquelético: esguinces de músculos y ligamentos, lesiones de la columna, hernias y protrusiones de discos intervertebrales, inflamación de las articulaciones y enfermedades óseas.
Deformaciones y esguinces de músculos y ligamentos.
Estas lesiones pueden ocurrir debido a movimientos incómodos si una persona levanta algo muy pesado o no sigue las precauciones de seguridad al manipular objetos voluminosos. También puedes lesionarte mientras practicas deporte o si simplemente estornudas sin éxito.
Puede producirse dolor lumbar si levanta objetos pesados sin seguir las precauciones de seguridad.
En caso de esguinces y torceduras, el dolor se intensifica durante el movimiento y pueden aparecer espasmos en los músculos. Puede resultar doloroso para la persona caminar, inclinarse hacia adelante o mantener la espalda recta.
El diagnóstico de deformación y esguince de músculos y ligamentos se basa en datos de un examen físico y estudios instrumentales: ultrasonido, rayos X, resonancia magnética de la región lumbar. Si sospecha un esguince o deformación de músculos o ligamentos, debe comunicarse con un traumatólogo ortopédico.
El tratamiento consiste en aliviar el dolor agudo y los espasmos musculares mediante compresas de hielo, analgésicos y medicamentos para aliviar los espasmos musculares (relajantes musculares). Es importante dejar descansar el área dañada para permitir que el tejido se recupere; esto suele tardar unas 2 semanas. Después de esto, es importante comenzar la rehabilitación: están indicados ejercicios de fisioterapia destinados a restaurar la función muscular.
Sin tratamiento, las distensiones y los esguinces provocan una movilidad limitada: tratando de no lesionar el área dañada, una persona reduce la actividad, lo que puede provocar aumento de peso, disminución de la fuerza ósea y pérdida de masa muscular.
Lesiones de la médula
El daño (generalmente una fractura) a una o más vértebras ocurre como resultado de caídas, accidentes, deportes o lesiones domésticas. En personas con trastornos de la densidad ósea (como la osteoporosis), dichos daños pueden ser causados incluso por exposiciones menores.
El tratamiento de las lesiones de la columna consiste en prevenir el desplazamiento y una mayor deformación de los discos intervertebrales. Si el daño no es grave, se recomienda dormir sobre una superficie dura y limitar la actividad física. Si el daño es significativo, se utilizan métodos quirúrgicos para la fijación.
Sin tratamiento, el daño a los discos espinales puede causar estenosis (estrechamiento) del canal espinal, trastornos neurológicos, incluida la ciática: fibras nerviosas pellizcadas que se extienden desde la columna.
Patologías del disco intervertebral.
Los discos intervertebrales son placas fibrocartilaginosas con contenido gelatinoso ubicadas entre las vértebras. Actúan como cojines amortiguadores de las vértebras, asegurando su movilidad. Los discos pueden desprenderse (sobresalir) o romperse (herniarse), causando dolor intenso y limitando la movilidad de la columna.
Las hernias y protuberancias intervertebrales pueden ocurrir en personas con músculos débiles y exceso de peso, en quienes llevan un estilo de vida sedentario o levantan objetos pesados. Las personas que fuman son más susceptibles a las patologías del disco intervertebral.
Hernia intervertebral: protrusión de un disco intervertebral hacia el canal espinal.
El tratamiento consiste en aliviar el dolor y la inflamación; se recomienda reposo, analgésicos, ungüentos y compresas en la zona inflamada. El médico puede prescribir fisioterapia o terapia de ejercicios. En caso de daño moderado, el disco puede recuperarse si se excluye la causa de la hernia o protrusión, por ejemplo, fortaleciendo el corsé muscular, reduciendo el peso y no ejerciendo una tensión excesiva sobre la columna.
Si el dolor en la zona lumbar es tan intenso que interfiere con las actividades cotidianas, no desaparece en 1 a 1, 5 meses o si los síntomas empeoran, debe comunicarse nuevamente con su médico. En algunos casos, puede ser necesaria una terapia con esteroides o incluso una cirugía. Con la edad, es posible desarrollar enfermedades degenerativas de los discos intervertebrales: se vuelven más planos y realizan una peor función de absorción de impactos, lo que también puede causar dolor. En este caso, el tratamiento incluye el alivio del dolor y la mejora general del organismo.
Escoliosis de la columna lumbar
La escoliosis (curvatura) de la columna es un desplazamiento de la columna vertebral hacia la derecha o hacia la izquierda con respecto al eje vertical. La patología conduce a una mayor presión en ciertas áreas de los discos intervertebrales y las vértebras, así como a pellizcos de tejido y fibras nerviosas. La escoliosis puede causar dolor severo en la parte baja de la espalda derecha o izquierda, donde se coloca la mayor parte del estrés, y limitar severamente la movilidad de la columna.
La escoliosis (curvatura) de la columna puede provocar un dolor intenso en la zona de la espalda baja donde se ejerce mucha tensión.
La escoliosis puede ocurrir debido al debilitamiento del corsé muscular en ausencia de suficiente actividad física, un estilo de vida sedentario (en escolares, trabajadores de oficina). En este caso, a los músculos les resulta difícil mantener la posición fisiológica de la espalda y se forman curvaturas.
El tratamiento implica la introducción de actividad física equilibrada (fisioterapia, natación), masajes y terapia manual, procedimientos fisioterapéuticos para fortalecer los músculos, como la estimulación eléctrica. En caso de lesiones graves, se recomienda utilizar un corsé, que ayuda a mantener la posición correcta de la columna.
Artritis y artrosis
La inflamación y los procesos degenerativos en las articulaciones de la columna también pueden provocar un dolor lumbar intenso. Hay muchas formas de artritis, incluida la osteoartritis (daño al cartílago y los tejidos adyacentes), espondilitis anquilosante (espondilitis anquilosante: daño a las articulaciones de la columna, que conduce a la fusión de las vértebras).
La artritis puede ser causada por el envejecimiento natural, la predisposición genética o enfermedades autoinmunes.
El tratamiento de la artritis, según su forma, puede incluir el uso de analgésicos y antiinflamatorios esteroides y no esteroides, procedimientos fisioterapéuticos (terapia magnética, electroforesis), masajes terapéuticos y fisioterapia.
Los procedimientos fisioterapéuticos ayudan a aliviar el dolor debido a patologías articulares.
espondilolistesis
El desplazamiento de una vértebra con respecto a la columna vertebral (espondilolistesis) se produce como resultado de una lesión o procesos degenerativos en la columna. La patología ocurre en atletas, personas mayores o personas con una predisposición hereditaria a enfermedades óseas (por ejemplo, osteoporosis, un trastorno de la densidad ósea). La espondilolistesis puede provocar dolor intenso en la zona lumbar, las nalgas y las piernas, y provocar calambres o debilidad en las piernas.
El tratamiento consiste en aliviar el dolor y la inflamación que se producen debido a la compresión de los tejidos vecinos por la vértebra. Dependiendo de la gravedad del síndrome de dolor, el médico puede recetar analgésicos no hormonales en tabletas o inyecciones de corticosteroides. Al mismo tiempo, se prescriben procedimientos fisioterapéuticos y terapia de ejercicios para fortalecer los músculos y restaurar la posición de las vértebras. Si la espondilolistesis se acompaña de un dolor muy intenso, se utiliza el tratamiento quirúrgico.
En patologías traumáticas y no infecciosas del sistema musculoesquelético, el dolor en la zona lumbar suele cede o disminuye cuando la persona adopta una posición cómoda.
Si la espondilolistesis se acompaña de dolor intenso, su médico puede recetarle inyecciones de corticosteroides.
Enfermedades infecciosas de la columna.
La inflamación del tejido óseo (osteomielitis) y la inflamación del disco intervertebral (discitis) pueden causar dolor lumbar intenso. Estas patologías suelen ser de naturaleza secundaria, es decir, surgen como una complicación de la inflamación de otros órganos (la infección ingresa a los tejidos a través del torrente sanguíneo).
El tratamiento implica hospitalización, dura hasta 1 mes y luego requiere rehabilitación, que dura de 6 a 12 meses.
Enfermedades tumorales de la columna.
Las neoplasias pueden desarrollarse bajo la influencia de factores hereditarios o externos (por ejemplo, radiación), pero la mayoría de las veces aparecen como focos repetidos (metástasis) en el cáncer de otros órganos: pulmones, glándulas mamarias, próstata, glándula tiroides y riñones.
Uno de los síntomas más característicos de las patologías tumorales es el dolor que no cede al cambiar de posición o tras el reposo. También son posibles síntomas como entumecimiento, parálisis parcial, micción incontrolada y un fuerte aumento de la temperatura corporal con escalofríos. Sin tratamiento, los síntomas empeoran.
El tratamiento se prescribe según el tipo de tumor, su ubicación y síntomas y puede incluir quimioterapia, radioterapia y extirpación quirúrgica de los tumores. El alivio del dolor se realiza con fármacos no hormonales o esteroides. Para estabilizar la columna, su médico puede recetarle el uso de un corsé.
El corsé ortopédico ayuda a estabilizar la columna.
Enfermedades de los órganos internos que causan dolor en la espalda baja.
El dolor lumbar puede ocurrir con enfermedades no asociadas con patologías de la columna y los tejidos adyacentes. Aguda o dolorosa, puede acompañar a la inflamación de los órganos internos: pielonefritis, urolitiasis, aneurisma de la aorta abdominal. En las mujeres, el dolor en la zona lumbar puede desarrollarse debido a patologías ginecológicas.
Enfermedad de urolitiasis
Una enfermedad en la que se forman cálculos en los riñones y la vejiga, formaciones duras del sedimento de los componentes químicos de la orina. El dolor lumbar es uno de los principales signos de patología. Dependiendo del tamaño y la ubicación, los cálculos renales pueden causar un dolor sordo y doloroso que ocurre y desaparece periódicamente, o un dolor muy agudo que no desaparece por sí solo y requiere atención médica de emergencia.
Urolitiasis: la formación de cálculos en los riñones y la vejiga.
Si sospecha de cálculos renales, debe consultar a un urólogo o nefrólogo. El médico prescribirá pruebas y estudios instrumentales (ultrasonido, examen de rayos X, tomografía computarizada, incluso con el uso de un agente de contraste) para hacer un diagnóstico y elegir tácticas de tratamiento.
El tratamiento se prescribe teniendo en cuenta el tamaño, la naturaleza, la ubicación de los cálculos y otros factores. Si el cálculo es pequeño (5 a 10 mm) y no hay otras indicaciones para su extirpación quirúrgica, se utiliza tratamiento farmacológico. Si no hay una dinámica positiva dentro de un mes, se recomienda la eliminación mediante métodos quirúrgicos o no invasivos.
Aneurisma aórtico abdominal
Un debilitamiento de las paredes de la aorta abdominal (aneurisma) puede provocar enfermedades potencialmente mortales, como rotura aórtica y hemorragia intraabdominal. Como regla general, la patología ocurre en personas mayores: el grupo de riesgo incluye hombres mayores de 65 años y mujeres mayores de 70 años, incluidos fumadores, aquellos que padecen enfermedades vasculares (presión arterial alta), que han tenido aneurismas anteriormente o que han tenido un predisposición hereditaria a ellos.
El dolor en la zona lumbar debido a un aneurisma de la aorta abdominal no desaparece con el tiempo y puede ir acompañado de dolor en el abdomen y las piernas.
Si se sospecha un aneurisma, se prescriben una ecografía abdominal y una tomografía computarizada.
El tratamiento depende del tamaño del aneurisma. Los pequeños cambios requieren seguimiento con exámenes instrumentales dos veces al año y ajustes en el estilo de vida. Los importantes (más de 5 cm, con alto riesgo de rotura) son una indicación de cirugía abdominal o mínimamente invasiva.
Cómo prevenir el dolor lumbar
Dado que el dolor lumbar suele ser causado por una lesión traumática en los músculos, la fascia, las articulaciones o los huesos, la principal recomendación para la prevención es seguir las precauciones de seguridad y mantener un corsé muscular fuerte, así como huesos y articulaciones sanos.
Prevención de esguinces y microtraumatismos de la zona lumbar:
- una dieta variada que incluya las vitaminas y minerales necesarios para mantener sanos los tejidos óseos, musculares y articulares;
- mantener un peso saludable;
- actividad física regular: los ejercicios para prevenir el dolor lumbar deben incluir ejercicios de fuerza para desarrollar la estructura muscular, estiramientos para aliviar la tensión y los espasmos musculares y entrenamiento cardiovascular para mantener el suministro de sangre y la nutrición de los tejidos;
- cumplimiento de las precauciones de seguridad al practicar deportes; por ejemplo, las primeras clases en el gimnasio deben ser supervisadas por un entrenador calificado;
- cumplimiento de las precauciones de seguridad en el hogar: se pueden evitar muchas lesiones si usa zapatos cómodos, se agarra a las barandillas de las escaleras y se toma su tiempo cuando afuera está resbaladizo;
- observar las precauciones de seguridad al levantar objetos pesados: la carga en la columna será menor si se acerca al objeto lo más cerca posible (no lo alcance) y al levantar objetos del piso, doble las piernas en lugar de inclinar el cuerpo.
Las clases de yoga y pilates ayudan a aliviar los espasmos y tensiones en la zona lumbar
Fumar perjudica la circulación sanguínea y perjudica la nutrición de los tejidos, aumentando el riesgo de daños y lesiones.
Qué hacer si te duele la espalda baja
Si le duele la espalda baja, las razones pueden ser diferentes, lo que significa que las tácticas de tratamiento también serán diferentes.
En caso de fatiga física severa, es necesario descansar la espalda; tal vez esto sea suficiente para que los músculos se recuperen y recupere la movilidad de la columna.
Si el dolor no desaparece en 1-2 días o si es muy intenso, se debe consultar a un médico. Mientras espera a un médico, puede intentar aliviar el dolor agudo con analgésicos.
En la cita, el médico realizará un examen, determinará la causa del dolor y dará recomendaciones de tratamiento. Esto ayudará a eliminar condiciones peligrosas y prevenir el desarrollo de complicaciones.
El calentamiento (parche de pimienta lumbar, bolsa de agua caliente, sauna) está contraindicado para la inflamación, pero puede aliviar el dolor agudo en la zona lumbar si es causado por fatiga muscular o un nervio pinzado. Estos métodos sólo pueden utilizarse después de consultar a un médico.
¿A qué médico debo contactar si tengo dolor lumbar?
Si sospecha de patología del sistema musculoesquelético, debe comunicarse con un neurólogo y traumatólogo ortopédico.
El diagnóstico se realiza mediante un examen físico y mediante métodos instrumentales: terapia de resonancia magnética, tomografía computarizada, rayos X y ecografía. También es posible prescribir un mielograma (un estudio de rayos X o una tomografía computarizada con un agente de contraste inyectado en el canal espinal) y una electromiografía, un estudio que permite evaluar el estado de las fibras nerviosas y musculares.
Si sospecha de enfermedad renal, debe consultar a un urólogo, nefrólogo o terapeuta. El médico analizará las quejas y realizará un examen físico, y luego prescribirá pruebas instrumentales y de laboratorio para aclarar el diagnóstico.
A partir de análisis de sangre y orina, el médico podrá determinar si hay inflamación en los órganos del sistema urinario, y los estudios de ultrasonido y rayos X ayudarán a visualizar los órganos, determinar la causa del dolor y elegir el tratamiento más eficaz. táctica.
Si el origen del dolor en la zona lumbar no está claro, se debe consultar a un médico de cabecera o terapeuta.
El médico recopilará una anamnesis (historial médico), analizará los riesgos hereditarios, realizará un examen físico y prescribirá pruebas que identificarán procesos inflamatorios o trastornos en el funcionamiento de los órganos internos.
Un análisis de sangre general ayuda a identificar el proceso inflamatorio.
Si es necesario, el médico lo derivará a estudios instrumentales (ultrasonido, rayos X, resonancia magnética) o le recomendará contactar a un especialista para un diagnóstico y tratamiento adicionales.